Miltón Olivo es un pobre personaje que, sin un voto, se inventó una cosa llamada «Quisqueya Potencia» que, cual si fuera Karin Abu, crea en su cabeza mundos imaginarios y con ello ha intentado primero, ser presidente de la República Dominicana, luego, ser dizque alcalde y ahora pobremente queda estrujado en un asiento como contacto de la Alcaldía de Santo Domingo Este con el PNUD.
En un momento donde la ciudad está más sucia que nunca, donde se ha roto casi por completo el vínculo de esa institución con los comunitarios, cuando se está inundando mas que nunca y se acaban de regalar 17 millones ilegalmente en publicidad, Olivo sale con un ridículo y mentiroso artículo que, quien lo escucha, cree que él conoce de que habla ahí.
No puedes alabar en base a falsos, porque quien lo lee, lo mínimo que hace es burlarse. No puedes decir que se ha avanzado en la limpieza de la ciudad cuando ahora se ve hedionda por doquier ni hablar de parques y avenidas cuando los reportajes y fílmicas hablan de un abandono, y qué hablar del cementerio.
A Miltón hacepoco se le ocurrió llevar a Dio a un encuentro con comunitarios y por poco tienen que salir corriendo del lugar por el repudio que originó las ansias de protagonismo de él y el propio Alcalde.
Miltón, con este artículo complaciente salido de la ilusión y el engaño con el cual hasta ahora deambulaba por las redes vendiéndose como la dizque Quisqueya Potencia y terminó siendo solo un «tomacorrientes», le hacen un daño terrible al Alcalde Dio Astacio porque, ya se sabe que ha sido un incapaz pero el lambonismo desmedido hace que los ciudadanos se molesten y provocan una reacción adversa.
Quién sabe si Milton entienda de que debe ajustarse a tratar que el PNUD no lo mande a cancelar, por ese empeño ridículo de inventarse historias con tal de cumplir con quien le dio esa «chamba» creyendo que en realidad, tiene talento.
